La Rinoplastía es una de las cirugías más solicitadas, así como la que más habilidad técnica y artística requiere. No se puede realizar todas las cirugías de nariz de la misma forma, ni dejar la misma nariz en todos los pacientes: esta es una de las cirugías en las que es obligatorio individualizar el tratamiento para cada paciente. El objetivo es lograr un resultado natural, estéticamente agradable y armónico con las demás características del rostro. Además, puede ser realizada conjuntamente con procedimientos quirúrgicos que permitan mejorar la función de la nariz, tales como la Reparación del Tabique nasal (Septoplastía), de los Cornetes Nasales (Cauterización de Cornetes o Turbinoplastía) e incluso con Cirugía Endoscópica Nasosinusal (CENS). Puede asociarse además con la Mentoplastía, para mejorar el perfil facial en conjunto.

Consiste en la remodelación de la figura corporal mediante la aspiración de la grasa excedente y su transplante hacia zonas que lo necesiten. Usando finas cánulas a través de incisiones casi imperceptibles en la piel, puede disminuirse el volumen de brazos, espalda, cintura, caderas y muslos, principalmente. Para que la lipoescultura sea una cirugía segura, debe realizarse en una clínica que cuente con todo el equipamiento necesario. Es recomendable no exceder los 5 litros de grasa aspirada. Los procedimientos de megalipoescultura (aspiración de 6 litros o más) pueden realizarse pero requieren mayores cuidados tales como autotransfusiones de sangre, balance hídrico estricto, un anestesiólogo entrenado en este tipo de procedimientos y hospitalización en unidades especializadas, debido a sus altos riesgos de complicaciones. Puede realizarse con la tecnología Láser, la cual produce la licuefacción de la grasa previa a la extracción, mejora la retracción de la piel y permite reducir el dolor durante el post-operatorio en forma significativa.

Parte de nuestra identidad y bienestar como mujeres se relaciona con el tamaño y la forma del busto. La colocación de implantes en la región mamaria, detrás de la glándula o el músculo pectoral, produce resultados inmediatos y la más alta tasa de satisfacción de pacientes y cirujanos en relación a cualquier otro procedimiento estético. Utilizamos implantes de gel de silicona, pues consideramos que tienen una consistencia más natural y similar a la mama. La colocación se realiza a través del borde inferior de la areola, dejando una cicatriz casi imperceptible. Puede colocarse también por vía axilar o a través del surco submamario. El volumen, la vía y el lugar de colocación, se determinan en la consulta pre-operatoria, de acuerdo a las características de la mama, de la contextura física y los deseos de la paciente. El aumento de mama no interfiere con los deseos de embarazo ni de lactancia futura.

Este procedimiento quirúrgico consiste en el retiro de unas bolsas grasas (llamadas de Bichat) que se ubican entre los músculos de las mejillas. Esto permite afinar el rostro y lograr un aspecto más suave y estilizado. Se puede combinar con una liposucción de mejillas para lograr un aspecto aún más estilizado.

El lipoinjerto de grasa es una excelente técnica para poder aumentar y contornear los glúteos; sin embargo, en pacientes delgados que no tienen grasa suficiente o en aquellos que desean un cambio más dramático, se recomienda la colocación de implantes de gel de silicona. Estos implantes producen un aumento en el volumen y un levantamiento de los glúteos, mejorando la curvatura estética de la zona.  Asimismo, la colocación de implante de pantorrillas se realiza a través de un pequeño corte en la zona poplítea (pliegue detrás de las rodillas) se inserta un implante especialmente diseñado.El aumento del volumen y la simetría de las mismas no sólo mejoran esta región, sino que disimula otros defectos como el exceso de muslos y caderas.Ninguno de estos procedimientos altera la deambulación ni contraindica la realización de deportes luego de 2 meses de post-operatorio.

Unas mamas excesivamente grandes pueden ser resultado de factores genéticos, hormonales o constitucionales, y puede aparecer en la adolescencia o después de la lactancia. No sólo ocasiona malestar por su apariencia inestética, sino que se asocia también a dolores de espalda, cuello, irritaciones de la piel e incluso problemas respiratorios. La Mamoplastía de Reducción elimina ese exceso de tejido mamario y nos permite obtener una figura más proporcional y armónica. Es recomendable realizarla una vez terminado el desarrollo de las mamas. La Mastopexia es una cirugía que consiste en el levantamiento de las mamas caídas por los embarazos o por las variaciones constantes de peso. La eliminación de piel, principalmente, y en algunos casos de tejido mamario, nos permite recolocar las mamas en su posición anatómica y devolverles su turgencia. Las técnicas actuales de Reducción mamaria y Mastopexia tienden a disminuir la longitud de las cicatrices, pero ello depende del volumen a resecar y el grado de levantamiento que se requiera. Es posible que la sensibilidad de la areola y pezón se alteren inmediatamente después del procedimiento, pero habitualmente se recupera en un periodo de 3 – 6 meses.

Conocido también como Lifting facial, Facelift o Ritidectomía, es un procedimiento quirúrgico que nos permite mejorar los signos del envejecimiento de cara y cuello. Busca colocar nuevamente en su posición los tejidos (piel, grasa y músculo) de los pómulos, mejillas, ángulo de la boca y cuello, que habitualmente se caen producto de la gravedad y de la pérdida de la elasticidad de la piel. Nuestro objetivo es realizar una cirugía con cicatrices menores a las habituales y una recuperación post operatoria rápida, sin que por ello dejemos de lograr excelentes resultados. Esta cirugía puede hacerse sola o asociada a Cirugía de Párpados (Blefaroplastía), Levantamiento de cejas, colocación de Toxina Botulínica, relleno con Ácido Hialurónico, entre otros.

Elimina el exceso de grasa que se acumula en la región submentoniana (papada), permitiendo un mejor contorno y refinamiento del cuello.

La Cirugía de párpados, conocida también como Blefaroplastía, nos permite mejorar los párpados superiores, inferiores, o ambos, retirar las “bolsas” y el exceso de piel y músculo. Por otro lado, la caída de las cejas es uno de los signos más tempranos del envejecimiento, y contribuye a dar un aspecto cansado a la mirada. La aplicación de ambos procedimientos nos permite en general lograr una mirada más fresca y rejuvenecida.

Durante muchos años, la toxina botulínica se ha utilizado para una serie de enfermedades tales como el blefaroespasmo, el estrabismo y la tortícolis congénita. Al observarse que las arrugas alrededor de las zonas de aplicación desaparecían, se inició su utilización en el ámbito estético. Bajo el nombre de muchas marcas (de las cuales la más conocida es Botox®), la toxina botulínica se viene utilizando con gran éxito en todo el mundo. Esta sustancia se inyecta con agujas muy finas por debajo de la piel, produciendo una relajación de los músculos, los cuales, al disminuir su movimiento, hacen que la piel por encima de ellos “descanse”, produciendo una desaparición progresiva de las arrugas de expresión, que se inicia al tercer día y es máximo al séptimo día posterior a la aplicación. La duración es de aproximadamente 4 – 6 meses, requiriéndose un nuevo tratamiento luego de este periodo. Se utiliza principalmente en la frente, el entrecejo y el contorno de los ojos. Las dosis utilizadas no son tóxicas, y tampoco se acumula en el cuerpo, pues nuestro metabolismo lo elimina completamente por vía renal. El rostro adquiere un aspecto relajado y natural. No requiere descanso. Es preferible evitarlo durante el embarazo y la lactancia. Es un excelente complemento de los rellenos faciales, el rejuvenecimiento láser, los peelings, la luz pulsada o la cirugía de rejuvenecimiento facial.

Nuestra piel, al transcurrir el tiempo, disminuye su grosor como consecuencia de la pérdida celular, de agua, colágeno, ácido hialurónico, elastina, así como del tejido graso. Ello da como consecuencia la flacidez de la piel, la aparición de surcos y arrugas, así como la pérdida de los volúmenes normales del rostro. Las sustancias de relleno nos ofrecen una alternativa no quirúrgica a este problema. Si bien no reemplazan a una cirugía de rejuvenecimiento facial, en pacientes más jóvenes o en aquellas que no disponen de tiempo por motivos laborales o sociales es una excelente alternativa. Existen muchas sustancias que se pueden utilizar, de las cuales la más conocida es el ácido hialurónico, fabricado de forma que es compatible con nuestro organismo. Tiene una duración aproximada de 8 – 12 meses. Puede colocarse en surcos nasogenianos, arrugas profundas del entrecejo, labios, comisuras labiales; o dando volumen a pómulos y mentón. También puede colocarse lipoinjertos (grasa propia del cuerpo); sin embargo, gran parte de ella por lo general se reabsorbe en un plazo de 4 meses.